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Esculturas, mármoles y bronces

Madera, terracota, yeso, piedra, marfil, mármol, metal, bronce: las subastas de esculturas, mármoles y bronces combinan arte y material.
Estas subastas en línea se centran en la escultura clásica, desde estatuillas de bronce del renacimiento italiano hasta retratos de mármol blanco de jean-antoine houdon y bustos de terracota de augustin pajou. Desde la virgen con el niño hasta las esculturas de animales de antoine-louis barye, rembrandt bugatti y françois pompon, es imposible permanecer indiferente ante la profusión de esculturas de madera, cabezas de yeso, bustos de piedra y antiguos vaciados a la cera perdida. Los escultores modernos y contemporáneos también hacen las delicias de los iniciados en estas ventas online de esculturas, mármoles y bronces, entre los que se encuentran auguste rodin, camille claudel, aristide maillol, alexander calder, niki de saint phalle y jean tinguely, arman, césar, así como la estrella de las subastas alberto giacometti. ¿lo sabías? Cien años después de la muerte de auguste rodin, una estampa en bronce patinado de la eterna primavera firmada por el genio de la escultura alcanzó casi dos millones de euros en drouot.

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Lotes recomendados

CHRISTIAN DANIEL RAUCH (AROLSEN 1777- DRESDE 1857) Alejandro I, zar de Rusia (1777-1825) Busto de mármol blanco con la cabeza ligeramente tricuadrada sobre una base rectangular que descansa sobre un pedestal. H. 62 cm (Algunas ligeras manchas en el reverso). Modelo realizado en 1815. Uno de los ejemplares sin firmar, ya que el escultor recibió varios encargos del entorno del zar tras su entrega al soberano. Procedencia: Venta Hampel, Múnich, 2016. Obras relacionadas: - Christian Daniel Rauch, Alejandro I, 1818, mármol, H.63 cm, firmado y fechado Chr.Rauch 1818, Castillo de Nassau; - Christian Daniel Rauch, Alejandro I, 1818, mármol, titulado Alejandro I, firmado Chr. Rauch F. 1818, Polonia, Museo Nacional de Varsovia, n.º 1922052; - Christian Daniel Rauch, Alejandro I, 1818, mármol, firmado Chr. Rauch F. 1818, Polonia, Rusia, Palacio de Pavlovsk, nº Yx-249 -VIII; - Christian Daniel Rauch, Alejandro I, firmado Chr. Rauch F.1821, Patronato Duque de Devonshire, Chatsworth, Derbyshire. Referencias: -Ednah D. Cheney, The life of Christian Daniel Rauch, Boston, Lee and Shepard eds, 1893, pp. 7, 79, 80, 95, 146; -Bernhard Maaz, Nationalgalerie Berlin das neunzehnte Jahrhundert Bestandskatalog der Skulpturen, TOME II,Berlín, Nationalgalerie, Staatliche Museen zu Berlin; Leipzig: E.A. Seemann ed., 2006, pp. 418-620; -Jutta von Simson, Christian Daniel Rauch, Oeuvre-Katalog, Berlín, 1996, Kat. Nr. 52.1, pp.98-99. Antecedentes históricos: Christian Daniel RAUCH comenzó su formación como aprendiz de escultor en la corte del rey Federico Guillermo III en la década de 1790. En 1797 fue nombrado ayuda de cámara del rey. La reina Luisa de Prusia vio en Rauch a un prometedor escultor. Entre 1805 y 1811, el joven Rauch fue enviado a Roma para estudiar la Antigüedad como becario del rey prusiano. Allí conoció a los escultores Thorvaldsen y Canova, que le convertirían definitivamente a la estética neoclásica. Aunque el arte del retrato en Prusia estaba dominado por el escultor de la corte Johann Gottfried Schadow (1764-1850), en 1810 se produjo un giro decisivo. En esa fecha, Rauch recibió el encargo de pintar la tumba de la reina Luisa de Prusia. Este prestigioso encargo le propulsó a la primera línea de los escultores oficiales. Ocho años antes, en 1802, cuando el escultor alemán conoció por primera vez al emperador ruso Alejandro I, que había llegado a Memel para establecer una relación pacífica con el rey Federico Guillermo III de Prusia, aún estaba en periodo de formación, trabajando como ayuda de cámara. Fue en calidad de tal como conoció al Zar, no como escultor. Este primer contacto fue decisivo para el artista. Marcó la génesis de este retrato, pintado trece años más tarde, en 1815, con ocasión de la entrada de Alejandro I en Berlín tras la liberación y la derrota de Napoleón. En 1815, Rauch escribió a su amigo, el escultor Friedrich Tieck, que en 1802 le había impresionado el aspecto del zar, al que veía como un magnífico hermano del antiguo Discóbolo. Esta visión nunca le abandonó y permaneció en su mente cuando el general Ostermann le animó a esculpir el busto del Emperador. Convencido por los elogios de Federico Guillermo a Rauch, Alejandro I accedió a posar para el escultor durante una sola hora y media, tiempo precioso que dedicaba a escribir despachos. En este breve espacio de tiempo, el escultor fue capaz de captar la serena presencia y la grandeza del zar en el desempeño de sus funciones. La influencia antigua combinada con el talento del escultor como retratista confiere a la efigie imperial una bella presencia. El peinado y el rostro del zar están fielmente dibujados y la leve sonrisa revela el carácter del hombre que se esconde tras su ilustre función. Existen diferentes versiones de este busto, que ha tenido una gran difusión debido a su condición de retrato oficial. Podemos citar la copia fechada en 1818 realizada para el ministro von Stein, así como las que se conservan actualmente en Polonia en el Museo Nacional de Varsovia, en Rusia en el Palacio Pavlovsk y en Inglaterra en Chatsworth.

Valorac. 18.000 - 20.000 EUR

CLODION (1738-1814), SEGÚN LA ESCUELA FRANCESA DEL SIGLO XIX Bacante reclinada sosteniendo una copa y un racimo de uvas Estatuilla de terracota, firmada CLODION y fechada "1787". Descansa sobre una base rectangular de madera que imita el mármol verde antiguo. Bajo vidrio. Pequeña restauración. Al: 24 cm - An: 38 cm - P: 17,5 cm Se acompaña de fotografías de las dos terracotas formando una contraparte, así como de la última carta original escrita por la emperatriz Eugenia, fechada el 8 de marzo de 1919 en Cap Martin, ofreciendo estas dos terracotas a Hugenschmidt. Esta escultura es la contrapartida de la que presentamos en la primera venta de la Colección Pietri, Osenat, el 1 de abril de 2012, n° 84 p.88. Esta estatuilla había sido probablemente probada a partir de un original en terracota de Clodion mencionado en la venta de la colección De Preuil en 1811 bajo el n°200 (Répertoire thématique des oeuvres Clodion d'après les catalogues de ventes parisiennes entre 1767 et 1820 de Guilhem Scherf; catálogo de la exposición Clodion; RMN, París 1992. Página 425). Se trata probablemente de una edición de Barbedienne. En efecto, estas dos Bacantes están ilustradas en el catálogo Barbedienne publicado en 1880 (Cat. F Barbedienne; París, 1880, Musée du Louvre, Documentation du département des sculptures). Procedencia: - Colección del Doctor Hugenschmidt (testamento del 7 de septiembre de 1929). - Colección de Baciocchi. Antecedentes históricos: Regalado por la Emperatriz Eugenia al Doctor Hugenschmidt, por carta del 8 de marzo de 1919 del Cap Martin: "Usted ha admirado mis Clodiones y he hecho que se los trajeran. Es para mí un gran placer entregárselos y espero que los conserve en recuerdo mío. Reciba mi más sincero afecto. Biografía: Arthur Hugenschmidt, nacido en París el 22 de septiembre de 1862 y fallecido en la misma ciudad el 7 de septiembre de 1929, fue un cirujano dentista francés de finales del siglo XIX y principios del XX. Tiene fama de ser hijo natural de Napoleón III. Declarado al estado civil como hijo de Christophe Hugenschmidt (1826-1893), empleado de la Casa del Emperador, y de Elisabeth Hauger (1825-1915), Arthur Christophe Hugenschmidt sería en realidad hijo del Emperador de los franceses y de la condesa de Castiglione, cuyo romance sin embargo sólo está atestiguado para los años 1856 y 1857. Arthur Hugenschmidt, que tuvo como compañero de juegos al Príncipe Imperial, pasó su infancia en el Hotel Regina, que era entonces un anexo de las Tullerías donde se alojaban los criados imperiales. Exiliado en Inglaterra tras el desastre de 1870, Napoleón III pidió a su dentista, el estadounidense Thomas W. Evans, que velara por el futuro de su hijo ilegítimo. Tras la muerte del Príncipe Imperial en 1879, Eugenia pidió conocer a Arturo. Le inquietó el parecido de sus rasgos con los de su difunto hijo y al verle exclamó: "¡Cómo te pareces a él! Permaneció en contacto con él hasta su muerte y le regaló varios objetos, constituyendo así el inicio de una colección de recuerdos napoleónicos que más tarde donó al museo del castillo de Malmaison.

Valorac. 2.500 - 3.000 EUR